Tecumseh nació en marzo de 1768 y murió el 5 de octubre de 1813, fue un líder nativo, tanto del pueblo indígena Shawnee de Norteamérica como de una gran confederación indígena que se opuso a los Estados Unidos de América del Norte durante la guerra llamada de Tecumseh (o rebelión de Tecumseh) y la Guerra anglo-estadounidense de 1812. Durante su infancia y juventud se sucedieron la Guerra de Independencia de los Estados Unidos (o Revolución Americana) y la Guerra India del Noroeste,conflictos durante los cuales, Tecumseh y su gente estuvieron constantemente expuestos a numerosas acciones bélicas.
Tecumseh fue uno de los más grandes personajes indígenas en la historia de América del Norte, con una nobleza totalmente propia, ajena a la ciencia o a la ayuda de la educación occidental. Para muchos fue un estadista, un guerrero y un patriota.Un hombre instruido y sabio según la historia y la leyenda, fue una persona respetada y admirada, incluso entre sus enemigos blancos, por su integridad y humanidad.
De él se dice:
"Ningún retrato de él fue hecho durante su vida. ningún recuento de sus palabras quedó como testimonio. Mirado en retrospectiva,el movimiento que condujo parecía estar condenado al fracaso desde el principio. Y, sin embargo, en el curso de su impresionantemente breve y meteórica carrera, se levantó para convertirse en uno de los más grandes líderes nativos americanos de todos los tiempos. Y en uno de los más talentosos, anticipador del futuro, venerado e inspirador, capaz de forjar de las brasas de la rugiente visión de su hermano menor, una extraordinaria coalición, y de orquestar el más ambicioso movimiento pan-indígena de resistencia jamás organizado en el continente norteamericano".
"Tecumseh fue el más extraordinario indio que ha aparecido jamás en la historia. Fue por nacimiento un Shawnee pero podría haber sido un gran hombre en cualquier época o nación. Independientemente del más consumado coraje y habilidad como guerrero, y de toda la característica sagacidad de su raza, fue investido por la naturaleza con todos los atributos mentales necesarios para las grandes combinaciones políticas. Su agudo entendimiento, muy temprano en la vida, le informó que sus paisanos habían perdido su importancia; que estaban cediendo gradualmente ante los blancos, quienes estaban adquiriendo una impositiva influencia sobre ellos. Instigado por estas consideraciones y, acaso, por su natural ferocidad y vínculos con la guerra, se convirtió en un decidido enemigo de los blancos, imbuido de una invencible determinación (la cual sólo rindió con su vida) por recuperar para su país la orgullosa independencia que suponía había éste perdido".
Con todo esto,les dejo un poema que pasará a la historia,escrito por él,por supuesto.
Vive la vida de modo
que el temor de la muerte
no pueda entrar nunca
en tu corazón.
No importunes a nadie
acerca de su religión.
Respeta a los demás
y sus puntos de vista.
Y exige de ellos
que respeten el tuyo.
Ama tu vida, perfecciónala.
Embellece todas las cosas de tu vida.
Trata de prolongar tu vida
y de hacerla útil para tu pueblo.
Cuando llegue la hora de tu muerte.
No seas como aquellos cuyos corazones
están llenos de temor a la muerte,
y que cuando llega su momento
lloran y rezan
para tener un poco más de tiempo,
para vivir la vida de modo diferente.
Canta tu canción fúnebre.
Y muere como un héroe
que regresa a su casa.
Porque todo héroe siempre vuelve a casa.
jueves, 10 de octubre de 2013
Si... Rudyard Kipling
Si puedes mantener en su lugar tu cabeza cuando todos a tu alrededor,
han perdido la suya y te culpan de ello.
Si crees en ti mismo cuando todo el mundo duda de ti,
pero también dejas lugar a sus dudas.
Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes con engaños,
o si, siendo odiado, no te domina el odio.
Y aun así no pareces demasiado bueno o demasiado sabio.
Si puedes soñar sin que los sueños te dominen;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes conocer al triunfo y la derrota,
y tratar de la misma manera a esos dos impostores.
Si puedes soportar oír toda la verdad que has dicho,
tergiversada por malhechores para engañar a los necios.
O ver cómo se rompe todo lo que has creado en tu vida,
y agacharte para reconstruírlo con herramientas maltrechas.
Si puedes amontonar todo lo que has ganado
y arriesgarlo todo a un solo lanzamiento ;
y perderlo, y empezar de nuevo desde el principio
y no decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón,tus nervios y tus tendones,
para seguir adelante mucho después de haberlos perdido,
y resistir cuando no haya nada en ti
salvo la voluntad que te dice: "Resiste!".
Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud.
o caminar junto a reyes, y no distanciarte de los demás.
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el inexorable minuto,
con sesenta segundos de lucha bravía...
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y lo que es más: serás un hombre, hijo mío.
han perdido la suya y te culpan de ello.
Si crees en ti mismo cuando todo el mundo duda de ti,
pero también dejas lugar a sus dudas.
Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes con engaños,
o si, siendo odiado, no te domina el odio.
Y aun así no pareces demasiado bueno o demasiado sabio.
Si puedes soñar sin que los sueños te dominen;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes conocer al triunfo y la derrota,
y tratar de la misma manera a esos dos impostores.
Si puedes soportar oír toda la verdad que has dicho,
tergiversada por malhechores para engañar a los necios.
O ver cómo se rompe todo lo que has creado en tu vida,
y agacharte para reconstruírlo con herramientas maltrechas.
Si puedes amontonar todo lo que has ganado
y arriesgarlo todo a un solo lanzamiento ;
y perderlo, y empezar de nuevo desde el principio
y no decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón,tus nervios y tus tendones,
para seguir adelante mucho después de haberlos perdido,
y resistir cuando no haya nada en ti
salvo la voluntad que te dice: "Resiste!".
Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud.
o caminar junto a reyes, y no distanciarte de los demás.
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el inexorable minuto,
con sesenta segundos de lucha bravía...
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y lo que es más: serás un hombre, hijo mío.
martes, 8 de octubre de 2013
Escritores,donde los haya.
"El mejor escritor es aquel que se avergüenza de serlo".
Debería considerarse a todo escritor como un malhechor que,en muy contados casos,merece perdón y gracia. Este sería un remedio contra la invasión de los libros,de los malos libros,por supuesto.Creo que es tan injusto tomar como argumento de intelectualismo el leer libros que de necedad el ver la tele,puesto que hay libros muy malos y programas o series de televisión muy buenas.Pero creencias y opiniones personales a parte,no hay mejor libertad que la de ser escritor,poder escribir tonterías o lo que creamos que son grandes verdades ya mencionadas o mantenidas en secreto por muchas personas. La libertad para escribir lo que uno quiera en el momento que quiera es uno de los grandes "inventos" de la época moderna;y todo esto desde que algún rebelde,algún libertario en un momento de su vida decidió que no debía estar obligado a escribir lo que los de arriba quería que escribiera,decidió soltarse,puesto que era libre,y se sentía en la necesidad de serlo,Edgar Allan Poe,por ejemplo.
Debería considerarse a todo escritor como un malhechor que,en muy contados casos,merece perdón y gracia. Este sería un remedio contra la invasión de los libros,de los malos libros,por supuesto.Creo que es tan injusto tomar como argumento de intelectualismo el leer libros que de necedad el ver la tele,puesto que hay libros muy malos y programas o series de televisión muy buenas.Pero creencias y opiniones personales a parte,no hay mejor libertad que la de ser escritor,poder escribir tonterías o lo que creamos que son grandes verdades ya mencionadas o mantenidas en secreto por muchas personas. La libertad para escribir lo que uno quiera en el momento que quiera es uno de los grandes "inventos" de la época moderna;y todo esto desde que algún rebelde,algún libertario en un momento de su vida decidió que no debía estar obligado a escribir lo que los de arriba quería que escribiera,decidió soltarse,puesto que era libre,y se sentía en la necesidad de serlo,Edgar Allan Poe,por ejemplo.
Antiguo reloj de cobre.
Antiguo reloj de cobre
que vas marcando en el tiempo
los pasajes de mi vida
que me llenan de emoción.
Fuiste orgullo de mi viejo,
te lucía en su cadena
como un cacho de sus años
pegado en el corazón.
¿Cuántas veces calmó el llanto
del consentido purrete?
Mi madre como un juguete,
decía prestáselo...
y mientras él murmuraba,
mi vieja se sonreía,
y contento me dormía
jugando con el reloj.
Hoy ya pasaron los años,
se me fue blanqueando el pelo,
el rebenque de la vida
me ha golpeado sin cesar.
Y en el banco prestamista
he llegado a formar fila
esperando que en la lista
me llamaran a cobrar.
"Perdóname, viejo,
si de vos me olvido,
sé que lo has querido
tanto como yo.
Sé que desde el cielo
me estás campaneando,
y que estás llorando
como lloro yo."
Cuatro pesos sucios
por esa reliquia,
venganza del mundo
taimado y traidor.
Me mordí fuerte las manos,
el dinero me quemaba
y mientras que blasfemaba
a la calle enderecé;
y la imagen de mi madre
vi que me compadecía
y llorando me decía:
"El viejo te perdonó".
lunes, 7 de octubre de 2013
El tango.
“Es sobre el cuerpo de una puta de lupanar donde los viejos diagramas del poder oligárquico se van disolviendo; es en la habitación de una casa de tolerancia donde por primera vez se integra socialmente al inmigrante, un espacio en el que se derriban las murallas de clase, en el que los prejuicios ante la barbarie extranjera ceden frente al apetito sexual. Buenos Aires es la capital internacional de la prostitución, y el tango, ese hijo bastardo de criollo y extranjero, se concibe en la cama de un burdel”.
Ese dionisíaco gesto llamado tango, comenzó a portarse en el cuerpo, con ostensible aire marginal y prostibulario.
Una algarabía de burdel para las almas alegres, para heteras y malevos –no siempre tan malévolos- y que la moral insistió en interpelar para ensombrecerla de melancolía.
Tango pendenciero de orgiástico discurrir: un entrevero feroz y fatal con el filo de la vida.El tango es la morada del descastado; en su poesía habita el marginal, la mujer prostituida y su cafisho ; el inmigrante (interno y externo), el ‘vividor'; el que esta fuera de la Ley y el que hace la Ley a su capricho; cualquier malandra y ‘el niño bien'. Deja afuera a la santa madre, sacrificada laburanta y a la virgen (hermana).
Es un paso en danza, que se traslada del burdel al conventillo –pequeño convento; claustro de habitaciones hacinadas-, allí donde se origina ese ‘crisol de razas', síntesis de un extravío, que no ha dejado de ser tal. Extravío devenido en errabundeo, como lo diría Barthes , ante eso maldito que tiene el amor y la condena de ir tras un fantasma. Delirio de una pasión que muda en una estética de música y danza.
Se necesitaba una forma de expresión que hiciera hablar al cuerpo, que produjera esa ilusión del encuentro en un abrazo amoroso, en un derredor donde todo era distancia.El terreno en el que crece el tango es múltiple, porque su flor es mixta, hecha de bandoneón alemán, de melancólica habanera, de armonías napolitanas, de baile negro con cortes y quebradas, de olor a vasco, a genovés y a africano, todo a la vez”.
La pasión es algo que se lleva en el cuerpo y el tango la trueca en estética; es un sonido cuyo eco se mueve en nuestro interior.
El tango tiene su espíritu, el que se esconde tras las coreografías de lugares y tiempos; eso originario que hace que su tiempo siempre sea actual; pero, también tiene sus sombras y quien se aventura en ellas debe pagar un precio.
Ese dionisíaco gesto llamado tango, comenzó a portarse en el cuerpo, con ostensible aire marginal y prostibulario.
Una algarabía de burdel para las almas alegres, para heteras y malevos –no siempre tan malévolos- y que la moral insistió en interpelar para ensombrecerla de melancolía.
Tango pendenciero de orgiástico discurrir: un entrevero feroz y fatal con el filo de la vida.El tango es la morada del descastado; en su poesía habita el marginal, la mujer prostituida y su cafisho ; el inmigrante (interno y externo), el ‘vividor'; el que esta fuera de la Ley y el que hace la Ley a su capricho; cualquier malandra y ‘el niño bien'. Deja afuera a la santa madre, sacrificada laburanta y a la virgen (hermana).
Es un paso en danza, que se traslada del burdel al conventillo –pequeño convento; claustro de habitaciones hacinadas-, allí donde se origina ese ‘crisol de razas', síntesis de un extravío, que no ha dejado de ser tal. Extravío devenido en errabundeo, como lo diría Barthes , ante eso maldito que tiene el amor y la condena de ir tras un fantasma. Delirio de una pasión que muda en una estética de música y danza.
Se necesitaba una forma de expresión que hiciera hablar al cuerpo, que produjera esa ilusión del encuentro en un abrazo amoroso, en un derredor donde todo era distancia.El terreno en el que crece el tango es múltiple, porque su flor es mixta, hecha de bandoneón alemán, de melancólica habanera, de armonías napolitanas, de baile negro con cortes y quebradas, de olor a vasco, a genovés y a africano, todo a la vez”.
La pasión es algo que se lleva en el cuerpo y el tango la trueca en estética; es un sonido cuyo eco se mueve en nuestro interior.
El tango tiene su espíritu, el que se esconde tras las coreografías de lugares y tiempos; eso originario que hace que su tiempo siempre sea actual; pero, también tiene sus sombras y quien se aventura en ellas debe pagar un precio.
Sin miedo.
No entiendo a la gente que le tiene miedo al cambio,el cambio es bueno,tal vez,lo que nos diferencie del resto de los animales.El cambio nos demuestra que estamos vivos,que somos alguien,y que aun tenemos salvación,posibilidades de ser mejor,de cambiar aquellas cosas que no nos gusten de nosotros o que,en mayor importancia,les haga mal a las personas que queremos.Hay un aspecto de este cambio que me gustaría destacar,y es la resistencia de nuestros "amigos"-llamémoslos así- al cambio,como si tu conversión fuera directamente proporcional a dejarlos de lado.No creo que tenga por qué,una persona que ha contado siempre con esos buenos amigos,nunca los va a dejar de lado,y si lo hace,que todo es posible en esta vida,nunca dejará de recordarlos;ya decía Nietzsche que "cuando nos transformamos , nuestros amigos, los que no se han transformado, se convierten en los fantasmas de nuestro propio pasado; su voz resuena en nuestros oídos como si viniera de la región de las sombras, como si nos oyésemos a nosotros mismos, más jóvenes, pero más duros y menos maduros".Y sí,posiblemente este genio de la filosofía moderna vuelve a tener razón,pero yo matizaría,si se me permite,claro,en que eso ocurre con aquellos amigos que realmente se niegan a que cambies,se niegan a cambiar junto a ti,a dirigir ese cambio,o mejor dicho,orientarlo hacia una fase de vida mejor.Con ayuda o sin ayuda,por supuesto mejor con ella,pero sin miedo,SIEMPRE sin miedo.
La despedida de un genio.
Gabriel García Márquez se ha retirado de la vida pública por razones de salud: cáncer linfático. Ahora, parece, que es cada vez más grave. Ha enviado una carta de despedida a sus amigos, y gracias a Internet está siendo difundida.
Les recomiendo su lectura porque es verdaderamente conmovedor este corto texto escrito por uno de los Latinoamericanos más brillantes de los últimos tiempos.
"Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero,en definitiva,pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los demás hablan y cómo disfrutaría de un buen helado.
Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.
Dios mío si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos.
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida.No dejaría pasar un sólo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer u hombre que son mis favoritos y viviría enamorado del amor.
A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres. He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.
He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente,me estaré muriendo.
Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas. Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más. Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez,indefinidamente. Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría "te quiero" y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuánto te quiero, que nunca te olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso ya que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo. Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles "lo siento", "perdóname", "por favor", "gracias" y todas las palabras de amor que conoces. Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus amigos cuánto te importan."
miércoles, 2 de octubre de 2013
Asustando a la ignorancia.
Los Hegelianos o Marxistas cometieron el error fatal de confundir al Estado con la sociedad, o peor aún, de intentar integrar todos los poderes y la sociedad en el Estado. Evidentemente obviaron lo privado; especialmente la propiedad privada. Y si todo era Estado, ya no quedaba sitio para nada más. Por ello, toda doctrina derivada del Marxismo tiende a lo totalitario
porque el Estado lo fagocita todo. De algo viene el adjetivo totalitario.
Pero al contrario de lo que el Estado cree, los integrantes que aceptan este tipo de sociedades totalitarias con un “es lo que hay” no son partidarios de nada, porque para ser partidario de algo tienes que tener opciones; y ahí radica una de las parcelas de nuestra libertad: poder elegir entre varios de lo que sea. Si te dan café para todos, la única opción libre que tienes es no elegir nada porque si te tomas el café, ya has perdido la libertad.
Imagina que te dan a elegir entre tres objetos aparentemente diferentes, pero que en realidad cumplen la misma función con el mismo esfuerzo. Entonces te estarían dando a elegir entre tres “de lo mismo”; y por lo tanto tampoco tendrías libertad de elección.
Pues bien, todos aquellos que sienten verdadero amor a la libertad y no la temen tienen que intuir que algo no está funcionando hace tiempo. Aunque no nos hubiese azotado la crisis económica, ya se percibía una crisis de valores, un relativismo, un casi todo vale y una falta de puntos fijos morales de referencia.
Ese tipo de normas y formas de relación, sin estar escritas ni impuestas por ley alguna excepto por las de la costumbre, el saber estar, la educación o el saber relacionarse se aceptaban por todo el conjunto de la sociedad porque simplemente ni se cuestionaban: eran de sentido común y las cosas se hacían así. Y estas formas sociales y de valores se proyectan no en grandes empresas sino en los pequeños detalles del día a día: en un ceder al asiento a una persona anciana en el autobús, en socorrer a alguien si le están atracando, en ayudar a quien sufre un desmayo en la calle. Algo ha tenido que pasar para que mucho de esto se haya ido perdiendo; así, como agua que se te escapa de las manos, para que el miedo a ayudar al prójimo se haya apoderado de muchos. Pero algo todavía más terrible, más perverso subyace en la oscuridad de estas percepciones: es el miedo a una ley que proteja más al delincuente que al agraviado. Que se inviertan los papeles y que quien se decidió a ayudar sea castigado mientras liberan al delincuente... porque en este mundo todo es relativo. Y el malo es considerado bueno y el bueno se convierte en malo. En eso consiste el relativismo.
En la URSS, por ejemplo, te podían controlar por el terror llevándote castigado al Gulag por crímenes imaginarios que no habías cometido, después de un repasito en el Lubianka; donde confesabas todos tus crímenes. Pero esa no es la única forma... también te pueden controlar idiotizando el lenguaje hasta extremos donde el uso de una palabra incorrecta puede llevar tus huesos a dar con un tribunal de justicia y hasta con la cárcel. No sé como ciertas palabras no han sido borradas ya del DRAE porque pueden ser consideradas racistas y ciertos colores prohibidos. Vivimos en la sociedad de las prohibiciones.
La caída del muro de Berlín fue la primera ficha que se precipitó en la descomposición del comunismo en Europa hasta desintegrarse por completo la Unión Soviética. Pero los ideólogos europeos del comunismo (que nunca lo sufrieron, de verdad, en sus carnes) no iban a soltar tan fácilmente su presa, y lograron triunfar en el campo de las ideas y los pensamientos. Y ese veneno ha calado en los huesos de la sociedad civil a través del Estado y los medios de comunicación.
O mejor dicho, ideando para que no tengas ideas. Maquinando para que la individualidad, lo que nos distingue como diferentes a unos de otros, se viva con vergüenza. Si un crío es hiperinteligente en la escuela no hay que ayudarle para nada porque "no le hace falta", ese ya funciona solo. Al que hay que ayudar es al gamberro, al objetor escolar, aquel cuyo único objetivo es que no haya clase. Y si el resto acaban igual de ignorantes, para desesperación de un profesor al que los políticamente correctos le han quitado todas las armas para imponer disciplina, pues objetivo logrado. Si todo el mundo no puede ser igual de rico pues que sean igual de tontos... así yo los podré manipular mejor. Mientras, yo enviaré a mi hijo a una escuela donde no sigan esas directrices que predico. Eso, pues que sean igual en otras cosas. Se trataba de igualar a conveniencia: y esta filosofía lo que más reprime, lo que no soporta, es la inteligencia, la creatividad, lo que distingue a unos de otros. De ahí que se premie la mediocridad en las instituciones y hasta en la enseñanza. De ahí el sistema de enseñanza que hemos utilizado en la LOGSE, donde todos pueden ser bachilleres y todos, si me apuras, licenciados con un título que es papel mojado.
Y ya, lo peor de todo, que cualquier intento en cambiar un milímetro esa filosofía pasará por el tribunal de la inquisición de lo "políticamente correcto" y hordas de mediocres lucharán por su “libertad” lanzándose a la calle porque las han engañado los de la troupe de demagogos que viven opíparamente a base de prometer lo que no existe: en eso consiste la socialdemocracia o cualquier ideología. Ofrecen ideas incompletas como completas y una utopía al alcance de la mano, porque todos somos iguales. Y los pobres ilusos no se dan cuenta que si no logran la utopía no hay culpable, es simplemente porque las utopías no existen. Que lean a Orwell.
porque el Estado lo fagocita todo. De algo viene el adjetivo totalitario.
Pero al contrario de lo que el Estado cree, los integrantes que aceptan este tipo de sociedades totalitarias con un “es lo que hay” no son partidarios de nada, porque para ser partidario de algo tienes que tener opciones; y ahí radica una de las parcelas de nuestra libertad: poder elegir entre varios de lo que sea. Si te dan café para todos, la única opción libre que tienes es no elegir nada porque si te tomas el café, ya has perdido la libertad.
Imagina que te dan a elegir entre tres objetos aparentemente diferentes, pero que en realidad cumplen la misma función con el mismo esfuerzo. Entonces te estarían dando a elegir entre tres “de lo mismo”; y por lo tanto tampoco tendrías libertad de elección.
Pues bien, todos aquellos que sienten verdadero amor a la libertad y no la temen tienen que intuir que algo no está funcionando hace tiempo. Aunque no nos hubiese azotado la crisis económica, ya se percibía una crisis de valores, un relativismo, un casi todo vale y una falta de puntos fijos morales de referencia.
Ese tipo de normas y formas de relación, sin estar escritas ni impuestas por ley alguna excepto por las de la costumbre, el saber estar, la educación o el saber relacionarse se aceptaban por todo el conjunto de la sociedad porque simplemente ni se cuestionaban: eran de sentido común y las cosas se hacían así. Y estas formas sociales y de valores se proyectan no en grandes empresas sino en los pequeños detalles del día a día: en un ceder al asiento a una persona anciana en el autobús, en socorrer a alguien si le están atracando, en ayudar a quien sufre un desmayo en la calle. Algo ha tenido que pasar para que mucho de esto se haya ido perdiendo; así, como agua que se te escapa de las manos, para que el miedo a ayudar al prójimo se haya apoderado de muchos. Pero algo todavía más terrible, más perverso subyace en la oscuridad de estas percepciones: es el miedo a una ley que proteja más al delincuente que al agraviado. Que se inviertan los papeles y que quien se decidió a ayudar sea castigado mientras liberan al delincuente... porque en este mundo todo es relativo. Y el malo es considerado bueno y el bueno se convierte en malo. En eso consiste el relativismo.
En la URSS, por ejemplo, te podían controlar por el terror llevándote castigado al Gulag por crímenes imaginarios que no habías cometido, después de un repasito en el Lubianka; donde confesabas todos tus crímenes. Pero esa no es la única forma... también te pueden controlar idiotizando el lenguaje hasta extremos donde el uso de una palabra incorrecta puede llevar tus huesos a dar con un tribunal de justicia y hasta con la cárcel. No sé como ciertas palabras no han sido borradas ya del DRAE porque pueden ser consideradas racistas y ciertos colores prohibidos. Vivimos en la sociedad de las prohibiciones.
La caída del muro de Berlín fue la primera ficha que se precipitó en la descomposición del comunismo en Europa hasta desintegrarse por completo la Unión Soviética. Pero los ideólogos europeos del comunismo (que nunca lo sufrieron, de verdad, en sus carnes) no iban a soltar tan fácilmente su presa, y lograron triunfar en el campo de las ideas y los pensamientos. Y ese veneno ha calado en los huesos de la sociedad civil a través del Estado y los medios de comunicación.
O mejor dicho, ideando para que no tengas ideas. Maquinando para que la individualidad, lo que nos distingue como diferentes a unos de otros, se viva con vergüenza. Si un crío es hiperinteligente en la escuela no hay que ayudarle para nada porque "no le hace falta", ese ya funciona solo. Al que hay que ayudar es al gamberro, al objetor escolar, aquel cuyo único objetivo es que no haya clase. Y si el resto acaban igual de ignorantes, para desesperación de un profesor al que los políticamente correctos le han quitado todas las armas para imponer disciplina, pues objetivo logrado. Si todo el mundo no puede ser igual de rico pues que sean igual de tontos... así yo los podré manipular mejor. Mientras, yo enviaré a mi hijo a una escuela donde no sigan esas directrices que predico. Eso, pues que sean igual en otras cosas. Se trataba de igualar a conveniencia: y esta filosofía lo que más reprime, lo que no soporta, es la inteligencia, la creatividad, lo que distingue a unos de otros. De ahí que se premie la mediocridad en las instituciones y hasta en la enseñanza. De ahí el sistema de enseñanza que hemos utilizado en la LOGSE, donde todos pueden ser bachilleres y todos, si me apuras, licenciados con un título que es papel mojado.
Y ya, lo peor de todo, que cualquier intento en cambiar un milímetro esa filosofía pasará por el tribunal de la inquisición de lo "políticamente correcto" y hordas de mediocres lucharán por su “libertad” lanzándose a la calle porque las han engañado los de la troupe de demagogos que viven opíparamente a base de prometer lo que no existe: en eso consiste la socialdemocracia o cualquier ideología. Ofrecen ideas incompletas como completas y una utopía al alcance de la mano, porque todos somos iguales. Y los pobres ilusos no se dan cuenta que si no logran la utopía no hay culpable, es simplemente porque las utopías no existen. Que lean a Orwell.
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