lunes, 7 de octubre de 2013

Sin miedo.

No entiendo a la gente que le tiene miedo al cambio,el cambio es bueno,tal vez,lo que nos diferencie del resto de los animales.El cambio nos demuestra que estamos vivos,que somos alguien,y que aun tenemos salvación,posibilidades de ser mejor,de cambiar aquellas cosas que no nos gusten de nosotros o que,en mayor importancia,les haga mal a las personas que queremos.Hay un aspecto de este cambio que me gustaría destacar,y es la resistencia de nuestros "amigos"-llamémoslos así- al cambio,como si tu conversión fuera directamente proporcional a dejarlos de lado.No creo que tenga por qué,una persona que ha contado siempre con esos buenos amigos,nunca los va a dejar de lado,y si lo hace,que todo es posible en esta vida,nunca dejará de recordarlos;ya decía Nietzsche que "cuando nos transformamos , nuestros amigos, los que no se han transformado, se convierten en los fantasmas de nuestro propio pasado; su voz resuena en nuestros oídos como si viniera de la región de las sombras, como si nos oyésemos a nosotros mismos, más jóvenes, pero más duros y menos maduros".Y sí,posiblemente este genio de la filosofía moderna vuelve a tener razón,pero yo matizaría,si se me permite,claro,en que eso ocurre con aquellos amigos que realmente se niegan a que cambies,se niegan a cambiar junto a ti,a dirigir ese cambio,o mejor dicho,orientarlo hacia una fase de vida mejor.Con ayuda o sin ayuda,por supuesto mejor con ella,pero sin miedo,SIEMPRE sin miedo.

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